Publicado: 11 de diciembre de 2022
Por: Guadalupe Galo. Directora Técnica EXTUNISA – División de Universal Group S.A. de C.V.
Todos los profesionales que trabajan con post cosecha, deben tener clara la cantidad de dinero que asignan al rubro fumigación (tratamiento con gas) y analizarlo con detenimiento porque es un monto que impacta en los precios. El mundo está enfrentando grandes desafíos, en la mayoría de casos, generados por variables externas que no pueden controlar, esos desafíos demandan honestidad, eficiencia y ciencia en todo lo que se hace.
Hay procedimientos que aparecieron en algún momento y se quedaron inamovibles porque no se tiene la voluntad de revisar y aplicar conocimiento, y quizá, en algunos casos, porque significa ingresos económicos para los interesados, pero el operador de la post cosecha debe ser analítico para hacer lo necesario en el tiempo correcto, sin sobredimensionar y peor, sin entender por qué lo hace.
Se parte de una realidad: “las plagas de grano almacenado, son inherentes”, significa que, por su naturaleza, están ligadas al grano, y eso es histórico; sin embargo, al trabajar con ciencia, se pueden mantener a un nivel que les impida desarrollarse. Trabajar con ciencia implica conocer las especies que atacan el grano, las condiciones que las favorecen, y conocer las características del control químico, pero también implica trabajar con honestidad, y en eso nos enfocaremos porque de lo demás ya se ha escrito bastante y se da por hecho que quienes se dedican a fumigar grano, conocen todos los aspectos técnicos relacionados al grano, las especies y fumigante.
Si bien se ratifica que las plagas de grano almacenado son inherentes, también se conoce que un tratamiento aplicado correctamente alcanza los más altos resultados posibles; pero, al revisar con mirada financiera los costos, aparece que el grano se fumiga en varios puntos: país de origen; puerto de llegada; almacenadoras, y la Planta de proceso, pero aún así, las plagas persisten. Cada fumigación tiene costo y deben conocerlo como dato contable, pero no eludir que puede llevar componentes de incapacidad técnica, negligencia o intereses económicos, y que probablemente hasta podrían hacer sinergia los tres, produciendo elevación de precios.
Existen preguntas que merecen respuesta: ¿Por qué se hace? ¿Para qué se hace? ¿Cuánto vale? ¿En qué porcentaje afecta los precios? ¿Puede evitarse o trasladarse a otro punto? ¿Cómo se hace? ¿Garantías? ¿Cada cuánto tiempo se hace? Y muchas más que surgirían dependiendo del grano, tiempo/condiciones de almacenaje, especie, etc.
La sugerencia es revisar esos costos/gastos y al final, aceptarlos o no, pero con conocimiento. Muchas veces se cree estar como David ante Goliat, porque al desconocer importante información y no tener cómo sustentar aplicaciones lógicas y eficientes, David otorga más poder a Goliat.
La honestidad en este caso, es hacer bien lo necesario; no por costumbre o porque no se conoce cómo hacerlo en debida forma. También se refiere a pensar en el consumidor, en el país que se afecta cuando elevan los precios por incapacidad técnica, intereses por ventas, negligencia o simplemente porque no asignan atención a los costos/gastos en el rubro de fumigación, y que todo eso es evitable.
“Nada está escrito en piedra” todo debe analizarse, y proceder con conocimiento.