Publicado el: 23/2/2017
Autor/es: Guadalupe Galo, Directora de Capacitación Program Alimentos (Food Product Integrity – FPI) y Directora Técnica de EXTUNISA. Febrero/2017
Los negocios con finanzas saludables fortalecen su sostenibilidad; desarrollo de nuevos productos; innovación; capacidad para acceder a nuevos mercados, etc. Dentro de ese esquema, la eliminación o disminución de las fallas en el circuito de producción, es determinante. Pero hay algo más importante: las fallas en Inocuidad, pueden frustrar las expectativas de negocio e inclusive hacer que se pierda todo el esfuerzo realizado. En todas las empresas las fallas tienen costo económico pero en la Industria de Alimentos, las fallas en Inocuidad también son críticas porque implican riesgos a la salud, que podrían llegar hasta la muerte del consumidor.
Ninguna Planta de Alimentos desea hacer daño al consumidor, al contrario, el objetivo es posicionar sus productos y asegurar cada día más mercado. Las fallas son amenaza latente pero con sistemas correctos, ejecutados correctamente, pueden preverse, controlarse, y en caso que aparezcan la Planta dispone de planes probados para evitar que el alimento llegue al consumidor. Para diseñar los planes es esencial no ver las fallas como inherentes al proceso sino entenderlas como amenaza, y tener la convicción que deben evitarse.
Daños a la Salud del Consumidor:
Los daños a la salud, según la gravedad, pueden provocar pérdida de clientes, debilitamiento de imagen, demandas, litigios, pérdida de confianza en la marca, y hasta el cierre de la Planta, por tanto, todos los esfuerzos que se hagan para desarrollar la “Cultura de Inocuidad” deben entenderse como necesarios para cumplir con dos compromisos ineludibles: a) compromiso legal y normativo, b) compromiso moral con el consumidor. Al elevar el nivel de cumplimiento, la Planta también obtiene beneficio económico y mejoramiento en expectativas de negocio.
Hagamos el siguiente ejercicio: Pensemos ¿qué pasaría si la Planta está ante una “Situación en la cual existe probabilidad razonable de que el alimento pueda causar una consecuencia adversa y seria a la salud del consumidor (personas o animales) o su muerte.”? Esta situación se conoce como SAHCODHA [Serious Adverse Health Consequences or Death to Humans or Animals] e implica que la Planta está ante un grave problema, con la urgente necesidad de retirar del mercado todos los alimentos afectados, y que debe informar rápidamente al consumidor para advertirle el riesgo. Interpretaremos mejor esa situación si mentalmente nos ubicamos en la Planta e imaginamos que nos está ocurriendo. Al imaginarlo tendremos insumos para evaluar el impacto.
Las empresas comprometidas con la salud del consumidor no temen enfrentar responsablemente el retiro (recall), ni dudan en hacerlo si es necesario, pero la idea del ejercicio mental es evaluar todo lo que involucra un retiro y tomar la decisión de implementar mecanismos para evitar que ocurra, y que si ocurre, pueda controlarse a tiempo. Estas fallas tienen costo económico pero no es eso lo más importante sino el costo a la salud, y eso es invaluable.
Publicado en ENGORMIX: https://www.engormix.com/balanceados/articulos/industria-alimentos-cultura-inocuidad-t40397.htm